jueves, 21 de marzo de 2019

Las princesas, no son tontas.

¡Hola chicos!
Hoy os traigo un tema que desde hace tiempo tenía pensado hacer y es, plantearos, qué pensáis sobre las princesas de Disney, es decir, que opináis.
Pero para ello, primero os enseñaré que no todas las princesas están sometidas a los típicos cánones de chicas conoce a chico y es salvada por este, o que todas las princesas, son, por así decirlo, incultas.

En primer lugar empezaré por Bella, que en pleno año 1800 y pico, era de las pocas mujeres que se atrevía a leer y a mostrarlo al público sin miedo al rechazo. Tampoco podemos olvidar cómo literalmente obligó a Bestia a cambiar su actitud o ella le decía que adiós muy buenas.
Tristemente el final es el típico, pero al menos se desarrolla el concepto de la mujer como independiente aunque sea en menor medida.

Seguiré con Rapunzel, sí, esa, la loca de la sartén.
Rapunzel no espera que nadie vaya a salvarla, porque para eso ya está ella. Esta chica no pierde el tiempo en su torre, sino que aparte de estudiar astrología, ¡aprende a luchar con su propia mata de pelo! Que no podemos olvidar que fue lo que utilizó para ayudar a su querido príncipe a salir de la torre con ella, porque solo quería explorar el mundo.
¿Que después se termina enamorando? Pues sí, pero oye, qué le vamos a hacer.

La otra princesa Disney que nos sorprende con su actitud, es Jasmine, que no le bastó con rechazar a un machito, que ¡se escapa de su propio castillo porque quiere ver mundo!.
Esta chica nos demuestra que da igual quién seas y todo lo que tengas, ya que como sabemos, se casó con un ladrón.
Demuestra que las mujeres no somos un premio que puedes ganar con tu dinero.
Tiana... Ay Tiana... ¿Cuántas horas ha pasado esta chica trabajando para labrarse su futuro?, ¿para cumplir sus sueños?. Uf, muchísimas.
Es el vivo ejemplo de que no necesitas a un tío para que te ayude económicamente, ya que, ¡tú puedes sola!.
Para colmo la pobre no tiene otra que encuentra a un sapo, que resulta ser un príncipe y por desgracia se enamora, ¡pero vamos, que no te hacía falta!.

Y de Mérida, ¿qué me diríais de Mérida?
Esta chica ROMPE con los cánones de Disney completamente.
Es una chica que actúa y habla como ella quiere y por suerte consigue escapar de ese matrimonio concertado con aquel tío extraño.
A su vez, rechaza los corsés que hacen que todas las princesas luzcan esa fina cintura.
Que eso no es para ella decía... ¡Y qué razón tiene!

No nos olvidemos de aquella chica gitana, que era marginada por serlo.
Hablemos de Esmeralda, que no sólo tenía un pretendiente, ¡sino que tenía tres!
Esta chica rompe con el típico arquetipo de puta o santa, como la consideraba Frollo, (que era el malo vamos...),o como la considera Quasimodo (que la considera una diosa...). Así que, ella, con toda su razón, se queda con el capitán que por lo menos la quiere como es.

¿Y esa chica borde e irónica residente en el Olimpo?
Ay Megara, la de veces que has sido criticada por ser como quieres ser y considerar a todos los hombres unos imbéciles... Es más, deberíamos recordar la frase que le dice a Hércules cuando le conoce, y es que ella no necesita ser salvada.
Aparte, podemos recalcar esta frase: bueno, ya sabes como son los hombres, piensan que no significa sí, y piérdete significa hazme tuya.

También recordemos a aquella chica india, que en vez de preocuparse por salvar a su querido príncipe, prefiere seguir su propio camino y seguir todo aquello que ella quiere.
Pocahontas, es sin duda, uno de los mejores ejemplos de mujer libre, y recordemos, que no es el príncipe el que la salva a ella, sino al revés.

La chica que todo lo congela, la chica que tuvo que esconder su poder, el cual era tan fascinante. Elsa, es una chica independiente que no busca el amor de ningún hombre y lo único que quiere es vivir en paz y tranquilidad en su bonito castillo de hielo.
Para qué quiere más. Y mucho menos para qué quiere a un príncipe que la salve.
¡Qué para eso está ella, y bien claro nos lo deja!.
No huye por miedo, huye porque quiere ser ella misma y dejar atrás su pasado, y oye, ¡que no necesita un príncipe al final del cuento!



Mulán... Ay Mulán...
Cómo aprendimos con ella que no por ser mujer eres menos que un hombre, cuando ella misma se encarga de salvar China entera...
Mulán rompe de una patada los roles tradicionales de género. Desafía a todo aquel que se le pone delante, demostrando que las mujeres somos igual de fuertes y valientes que un hombre.

Para finalizar, hablaré de Moana, aquella chica que se preocupaba más por ver mundo y conocer lugares nuevos que de enamorarse.
Ella no tiene ningún príncipe y lo único que tiene es un pollo de acompañante, que no para de meterla en líos.
Es la primera mujer en Disney, que le exige a un hombre la igualdad entre géneros, diciéndole que el ego masculino no es la solución, sino el trabajo en equipo.

Y hasta aquí mi entrada, espero que me digáis qué opináis y si creéis que estoy en lo cierto.
¡Un saludo!

4 comentarios:

  1. Me a encantado,creo que no todas las princesas son chicas que necesitan ser salvadas o quieren tener un principe para estar completas.Me gusta que disney vaya cambiando ese canon.

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    1. Sí, ya iba siendo hora de que Disney comenzase a cambiar la forma que tiene de identificar a las mujeres...

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  2. Simplemente genial, Disney es un mundo muy variado y el simple hecho de cambiar ese canon lo hace mejor, ¡me ha encantado!

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    1. Muchas gracias, la verdad es que es muy importante que se comience a mostrar la igualdad entre hombres y mujeres.

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